Si algo he aprendido en esta pandemia, es que la condición de encierro suscita pensamientos inusuales, ideas que en el vivir cotidiano, que teníamos hace un par de semanas. no tendrían cabida alguna en mi cabeza. Podrían llamarse, pensamientos del encierro. Hoy, mirando desde los límites de mi encierro, mi ventana, ha surgido uno muy particular. Tuve la idea de que es la primera vez en mi vida, que la realidad de afuera me parece irreal. El afuera está vacío, y no solo porque no haya personas, sino porque es inhabitable, nada acontece, nada sucede. O por lo menos así lo siento. Miro desde la ventana y veo las luces encendidas de los apartamentos en la distancia. Cada una de esas cajitas iluminadas, que se ven a través del cristal, es un micro-universo. Todas nuestras realidades están suspendidas en la nada, emergen inconexas, una adyacente a la otra, pero sin tocarse, sin mezclarse. Cuántas cosas no estarán aconteciendo en cada una de esas cajas, en cada micro-universo. Cad...
Digo puras mentiras y las paso por verdades... O digo puras verdades y las paso por mentiras... Depende, como todo en esta vida, del ojo que lo mire.