Mi papá siempre ha tenido un gran sentido del humor. Es por eso que desde que estaba en el vientre de mi madre me he llamado Armando. La verdad no sé cómo mi mamá se dejó convencer de que me pusiera ese nombre. Ella me cuenta que cuando él se lo propuso lo cuestionó - ¿Cómo le vamos a poner así? ¡Se la van a montar en el colegio! - a lo que él le respondió - Pues desde chiquito aprenderá a reírse de sí mismo, además, el nombre no es feo, ya verás como con el tiempo le coge cariño - Y efectivamente, ambos tenían razón. No tienen idea de la cantidad de veces que me molestaron en el colegio por llamarme como me llamo. Incluso, hasta algunos profesores no podían ocultar la risa cuando me llamaban a lista. Odiaba mi nombre y sentía mucha rabia con mis papás por ponerme así. Sin embargo, es cierto que con el tiempo "Armando" me gusta más. Hoy, 26 años y 8 meses después (no 9, porque mis mamá se enteró al mes que estaba embarazada) siento que es un nombre con carisma y que sirve ha...
Digo puras mentiras y las paso por verdades... O digo puras verdades y las paso por mentiras... Depende, como todo en esta vida, del ojo que lo mire.