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La razón drogada, soñadora y alcohólica

Antes de empezar

Esta entrada está construida en dos momentos del tiempo, casi un año de diferencia hay entre el día en que la empecé a escribir y el día en que la terminé. Este fue un ejercicio para tratar de escucharme sin temor a los conceptos ni a la equivocación, algunos fragmentos no son del todo coherentes, pero no solo de coherencia vive el humano.

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Un "porque si" resuena en mi cabeza y hace enervar a la lógica de mi razón "¿Cómo que porque si?" responde ella molesta "nada es porque si, todo es por algo" indica con euforia, imponiendo sus reglas, "configurando" el mundo. "Todo lo que acontece tiene una explicación, aunque por el momento no sepa cuál es". No contenta con esto, no solo demanda una explicación, sino que exige una plausible: "eso no me convence, no tiene sentido; así no pueden ser las cosas". 

¿Qué significa que algo tenga sentido?

Se escapa del alcance de este blog (y a lo mejor de mis conocimientos) dar una respuesta convincente a esa pregunta. Sin embargo, voy a incluir un par de aproximaciones que intuyo que me podrían dar luces para abordar este problema:


Lo primero que me arriesgaría a decir, es que el sentido implica cierta dirección.

- "El cielo no se ve azul porque sea el reflejo del mar, el mar se ve azul porque el cielo es azul"
- "No llueve porque el suelo esté mojado, el suelo está mojado porque llueve"

No puedo tranquilamente equiparar la frase "me dejó porque soy alcohólico" con "soy alcohólico porque me dejó" sin sentir que el sentido ha sido afectado

En otras palabras, parece haber cierto flujo en el sentido de una explicación. Afectar esa dirección puede, o afectar su sentido, o hacer que este se pierda - y que inmediatamente salte la razón y la lógica a defender sus reglas a capa y espada.

"¿Cómo así que comió dulces porque le salieron caries?"

Podría decir que hay direcciónes que parecen ir contrasentido como el ejemplo recién citado. "Lo lógico " diría la razón "es que tenga caries por comer dulces" 


* Aclaración *  Con dirección no me refiero necesariamente a relaciones causa-efecto, porque lo considero un paso más arriba del alcance de mi texto y mi reflexión (además de causa-efecto se ha hablado hasta el cansancio)


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El segundo riesgo que tomaré (y riesgo porque tengo la sensación de que este "método intuitivo" no sería mucho del agrado de varios filósofos del lenguaje, cientíticos, positivistas, entre otros expertos y versados en el tema) es decir que me parece que mi lógica aprueba el sentido de algo cuando tiene trazabilidad. Cuando existe una "conexión coherente" en la explicación.

Por experiencia, creo que las razones, motivos o acciones son "lógicas entre sí" cuando están claras sus conexiones, cuando puedo unirlas una a otra o puedo dibujar el camino que estas han seguido, sin ver saltos, sin ver baches, sin notar vacíos. 

- ¿Por qué tienes el pie roto?
- Porque me comí una empanada

Inmediatamente alzo las cejas "¿Y eso que tiene que ver?" Mi razón no halló el sentido de la explicación cuando sintió el salto inconexo entre el pie roto y la empanada.

- Uno no se rompe el pie por comer empada
- ¡Claro que si! Me caí de la silla mientras comía.

La razón respira tranquila, "¡Ah! Fue porque se cayó, no por la empanada" con esa aclaración el hilo se pudo seguir, la explicación convence, puedo conectar los motivos o razones.  

¿Cómo sabe mi razón que una explicación tiene trazabilidad?

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Toda explicación que se salga de la dirección lógica y de esa trazabilidad incomoda mi razón: "¡No se ajusta a mis reglas! ¡Eso tiene que estar mal!". 

Ahora bien... 

¿De dónde vienen esas reglas?

Aquí es donde el camino se pone pedregoso y ya no solo intuyo, sino que especulo,  o más bien, supongo. El contenido de las reglas se ha ido construyendo a lo largo de mi vida y de mi experiencia con el mundo - y mundo en el sentido más mundano del término, eso que experimento con mis sentidos y que no considero que sea parte de mí cuerpo - y con la gente que está en ese mundo. Si el reloj todos los días marca 11 am y está de día, si un día me levanto y a esa hora está de noche lo más lógico es que el reloj esté mal y no que el sol no haya salido, eso último no sería posible para mí, porque iría en contra  de lo que he experimentado y de lo que me han contado.  Estoy convencido de que la tierra rota y el sol sale todos los días, lo primero me lo dijeron, lo segundo lo he vivido en carne propia. 

Cambio de reglas

Ahora bien, si estoy soñando, bajo la influencia del alcohol o de alguna sustancia alucinógena, ese convencimiento puede flaquear. En esos estados la posibilidad de que el sol no haya salido podría convertirse en plausible.   

- Parce, esa nube se acerca a atacarnos, se lo juro, tiene un arma escondida, tenemos que estar bajo techo para que no nos haga daño.
- De qué habla
- Se lo juro, corramos ¡CORRAMOS QUE NOS VA A MATAR!
- Uy viejo usted está malviajado. 

Quiera o no, el mundo lo experimento con los sentidos, mi cerebro no es su propio ente que por procesos psíquicos absorbe el contenido de la realidad sin necesidad de intermediaros. La realidad es una conjunción sistema nervioso - sentidos - limitando a decir que lo real es, para el alcance de este texto, lo que percibo que ocurre en el mundo y no lo que pasa en el mundo independiente de mí. Si veo y creo que la nube me quiere matar, esa experiencia es real, así no tenga sentido, así el resto de personas no lo sientan así, si mis sentidos y mi mente están convencidas, pues es mí realidad. Incluso si dos horas después me doy cuenta que fue una alucinación, eso no quita el hecho de que experimenté una forma ilógica de la realidad.

 Pero voy a matizar esa última frase, no se trata de que la realidad fuera ilógica, se trata de que las reglas de la razón, por ese momento, cambiaron, y lo que antes no tenía sentido, durante la alucinación era más que suficiente para convencerme de que lo que vivía era un hecho real. Si sueño que estoy volando - y no me doy cuenta que estoy soñando - pues esa es mi realidad experimentada, así me hayan dicho que los humanos no vuelan, o así nunca en la vida haya tenido la experiencia de volar.

Aunque bueno, hay que tomar con pinzas los ejemplos relacionados con los sueños... Porque había dicho que lo real era lo que percibo que ocurre en el mundo, y había dicho que mundo era todo aquello que experimentaba con los sentidos y que no consideraba como parte de mi cuerpo... Pero los sueños ocurren en la cabeza... ¿no? y así sienta el viento en mi rostro al volar, no significa que los receptores nerviosos de mi tacto estén recibiendo estímulos ¿Ahí no se puede hablar de realidad porque no experimento precisamente el mundo? Eh... bueno hagamos trampa, redefinamos lo que había enunciado como realidad. Digamos que lo real es todo aquello que estoy sintiendo y que estoy convencido que está ocurriendo. Puedo "sentir el viento en mi rostro" en mis sueños, así efectivamente no intervengan los sentidos y todo acontezca en mi cabeza.

Bueno... ¿pero qué carajos es la razón y qué significa estar convencido?

Y aquí ya no es terreno pedregoso, sino caminar sobre vidrios. ¿Cómo voy a definir qué es la razón en un blog? Pues, no voy a definir qué es la razón, sino que siento y creo que es mi razón.  Y en pocas palabras, es la encargada de hacer cumplir las reglas, de organizar y darle sentido a mi interacción con lo real. Y sé que algo tiene sentido porque me siento tranquilo con su dirección y su trazabilidad. Y si, eso estar convencido, sentir cierta armonía con el orden de las cosas. Lo irracional es lo que no se puede ajustar al sentido.

- Por qué putas hizo eso...
- No sé me dieron ganas de saltar
- Era el río Bogotá!!
- Pues si...
- Eso no tiene ningún sentido.

La razón juzga a partir de sus reglas, y aprueba y desaprueba lo que ve acorde con estas.  Sin ese orden dudo que podríamos tomar decisiones medianamente armonizadas con nuestra interacción con el mundo. ¿Cuál es mi problema con la razón entonces?... 

La razón limitada

Si lo pienso con calma, el problema no es la razón, sino la excesiva importancia que le he dado y cómo he pensado que sus reglas son inamovibles. Si lo real cambia, necesariamente la razón debe ajustar sus reglas. Pero si pienso lo real como algo objetivo que es independiente de mí, pues hombre, limito las posibilidades de mi razón... 1 + 1 siempre es 2 dice Descartes, y lo sostiene como una verdad exacta - Para la razón es trasparente que 1 + 1 es 2 - ah... Pero no toda la vida he sabido sumar... La noción de cantidades individuadas que se suman una tras otra no era parte de mi realidad.

La ciencia, la filosofía, la lógica, todas me han enseñado algo, me han ayudado a formar las reglas de mi razón... Pero a su vez, por descuidado también he dejado que recorten sus posibilidades. P entonces Q, tiene sentido, los argumentos tienen un orden, las razones deben ser coherentes, los motivos deben poder trazarse... Debo pensar que las reglas están allí para ayudar, no para acomodar todo aquello que existe a ellas... El mundo cambia, yo cambio, la realidad necesariamente cambia. El sentido puede estar en muchos lugares diferentes, la razón puede desenvolverse entre muchas reglas.

Toda la razón a la razón y la realidad se hace pequeñita

"Los sentidos engañan" grita alguien por ahí, ¿Cómo que engañan? ¿Cómo voy a dudar de lo que siento? LO ESTOY SINTIENDO, LO ESTOY EXPERIMENTANDO. 

- La manzana era azul
- No... debía ser roja o verde...
- Cómo que roja, yo la veía azul, era de noche, había poca luz, se veía azul.
- No hay manzanas azules...
- PERO YO LA VI AZUL
- Pero no era azul, en realidad era roja o verde.
- ¿Cómo así? ¿Eso que experimenté no hacía parte de la realidad?

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