¡Auxilio! ¡Por favor, sáqueme de aquí! Me atraparon en este cuento inconcluso. El autor es vago, me dio vida, pero no se encargó de terminar de darle un rumbo. Estoy atrapado en esta narración y no tengo opción de salir hasta que la historia finalice ¿Cómo me puede ayudar? Por favor ayúdeme a continuar con la historia, al menos a desarrollar un poco los eventos.
¿Cuál historia?
Tiene razón, debo primero narrarme para que puedan completarme. Le contaré cuál es el desarrollo que me han venido dando.
Soy un profesor de matemáticas de un colegio público, aparentemente tengo el cabello corto, mido un metro setenta y me gustan vestir de camisas a cuadros. Así me introdujo el narrador en el cuento, no indicó donde vivo, cuándo nací, no ahondó demasiado en mí descripción. Detalló con mayor cuidado los sucesos que me ocurrieron:
Cuenta él que salí una tarde del colegio y me dirigía a mi casa. Iba cruzando por la cebra de un semáforo y dirigí la mirada a la acera del frente. Caminando torpemente iba una mujer con mirada perdida, hablaba con ella misma como haciéndose reproches, no alcancé a escuchar lo que decía, pero parecía muy agobiada. No fue sino cruzar la acera, para verla desplomarse en el asfalto. Todos los transeúntes cercanos quedaron atónitos; poco a poco algunos nos acercamos para ayudarla - y otros muchos se reunieron para observar, desde una posición pasiva, lo que estaba ocurriendo. Me agaché para preguntarle si se encontraba bien y lo primero que noté, es que su aliento despedía un fuerte olor a alcohol.
- ¿Disculpe, se encuentra bien? - La mujer alzó la vista confundida, enfocó lentamente los ojos en mí, pero no pude evitar sentir que su mirada me atravesaba y que lograba observar lo que estaba detrás de mí.
- ¿Bien? - dejó escapar una pequeña risita - ¿bien?
Y allí quedó la historia. Dos párrafos y el vago narrador me dejó inmerso en ese instante, esperando su respuesta - y en la posición más incómoda, estoy agachado, cómo será de desgraciado que me dejó así indefinidamente.
Por favor continúe, escríbame en primera persona, en tercera, involúcrese como narrador, haga lo que quiera, pero por favor desarrolle un poco la historia, sáqueme de este letargo - al menos levánteme del suelo, me duelen las piernas.
A partir de aquí depende de usted...
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