¿Qué es un poema más que una exageración del cotidiano?
Sí, se juega el alma, pero en el cotidiano también...
No soy quien para hablar de poesía, pero sí he de hacerle sentido, será desde ahí.
La poesía no es funcional, no puede serlo, debe rozar con lo absurdo, coquetear con el ridículo. Para lo sensato está el día a día, está la productividad: así bien sistemática, así bien envenenada de nociones de éxito: de casa, carro, miedo al qué dirán, ganas de consumir y mucha ansiedad.
La poesía debe estar loca, de lo contrario se rendiría al yugo gris del éxito productivo. La poesía no sirve de nada...Y ahí recae su poder. "Depende de la noción de servir", ¡calla tú!, deja de quitarle la magia a la inutilidad. Ser inútil es bendición en una sociedad como la nuestra. Hacer porque brota, no porque sirve. En las relaciones del uso, la poesía es rebeldía... "Es que yo uso la poesía para..." ¡Calla tú!, nadie usa a nadie, la poesía no está a tu servicio, ni esclava, ni bienechora.
Viene cuando quiere y hace lo que le salga de su propio hacer. La autoria no es más que el desespero de encadenar lo inapresable. ¡Poeta conoce tu lugar y disfrútalo! Tu propiedad no es más que un delirio de tu cabeza... ¿Pero cómo no delirar intentando controlar la locura misma?
Pero si has de ser loco no te las des de cuerdo.
Poeta... ¡Estás loco!... gracias a Dios...Si no...¿Cómo harías con la poesía? Poeta declama en delirio, que para la cordura hay 8 horas diarias (en el mejor de los casos)...
Que lo de la poesía se puede decir del arte en general...
Que el artista solo es de lleno cuando olvida que hay un cotidiano, que el artista solo es de lleno cuando es antiproductivo...
"Depende de lo que entiendas por productivo" ¡calla tú! Que el cotidiano tiene los derechos de esa palabra (y que Deleuze y Guattari entren en negación todo lo que quieran).
Que el arte no sirve para nada y el día que sirva los artistas estaremos abandonados a nuestra suerte y condenados a la cordura...
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